La única flor de la guerrilla en Bolivia, se llamaba Tamara
El 19 de noviembre de 1937 nació en Buenos Aires, Argentina una niña a la que sus padres Eric y Nadia, pusieron por nombre Haydée Tamara Bunke Bider, para los cubanos Tania la guerrillera.
¿Cómo sería Tania con 76 años, me pregunto? Tal vez su cabello ya no luciría rubio claro y sí lo acompañarían los colores del tiempo, el implacable. Tuviese las manos callosas de cultivar en su huerto añorado o por asistir a los trabajos voluntarios con su inseparable acordeón. Por eso a veces miro a aquella mujer campesina, integrante de una cooperativa en Santa Clara, y allí también están las laboriosas manos de Tania.
No se le hubiese escapado un detalle, en el trabajo diario, en los compromisos ineludibles, experiencia, discreción y entrega. Tras una agenda cargada de tareas de primer orden, de esas que solo conocen las mujeres combatientes de la seguridad del estado y que al igual que Tania, la patria protege sus pétalos para en silencio, enfrentar las espinas.
Una joven villaclareña habla hoy en su delegación de la Federación de Mujeres Cubanas, y lo hace sin bajar la cabeza, mira directo a los ojos y allí descubres el alma de aquella muchacha sencilla y humilde con tono extranjero. Tamara, hizo suya tres patria, Alemania, Argentina y sus restos descansan en tierra cubana, en la ciudad de Santa Clara.
Con cuanto cariño Nadia Bunke su querida madre recibió el diploma de Licenciada en Periodismo que le otorgó la Universidad de La Habana posmorten, a su hija Haydee Tamara. Fue la carrera amada que no pudo concluir antes de partir a Bolivia. Tras sus huellas reporteriles, van muchas cubanas, estudiantes, profesoras, colegas todas de hoy y siempre. Ellas en sus labores diarias emprenden nuevos retos periodísticos y alzan sus voces en la radio cubana y con dignidad lo hacen también en nombre de Tamara.
Hay un sitio en la Plaza de la Revolución Ernesto Che Guevara en Santa Clara, donde la flor que amaneció allí, luce diferente. El rostro tallado en la roca, es el de una mujer, la única de la guerrilla caída en Bolivia.
¿Cómo sería Tania con 76 años en este 2013, me pregunto?
Sería como nosotras mismas, las mujeres nacidas en esta época, mujeres que no claudican, que se empinan ante lo imposible, se levantan después de una caída, aunque duela. Esa que besa a su pareja en la puerta de la casa al despedirse, como si fuese el último labio con labio de sus días. Es la que defiende a sus hijos y a su bandera. Así era ella, muchacha, para siempre en la historia: “Tania la Guerrillera”.
3 comentarios
Carlos Köster -
Bolivia -
Un abrazo Bolivia Tamara.
raul oscar ruiz huidobro -
Confieso que esta nota sobre Tania es tierna y muestra fielmente a una camarada que fue la concresión de "la aspiración subjetiva y aún no sistematizada" del hombre nuevo que planteaba nuestro comandante Che Guevara.
También confieso que cada día que la leo me identifico más con su abecedario revolucionario.
Hasta la victoria siempre.