Una Camilada en el 2010?

Hay veces me pregunto si no hubiese desaparecido en el mar ¿cómo sería verlo con el cabello cubierto de canas, la barba ya no tan tupida y con un tono más claro? El sombrero; el sombrero de alón seguro le acompañaría, como la primera vez que se lo puso, se miró en un espejito y le dijo al amigo campesino…” A mí me queda mejor que a ti…”
Camilo hubiera aplaudido la última votación en la ONU, condenando el brutal bloqueo, y doy por sentado que le pondría apellidos a las declaraciones del representante de los Estados Unidos. Estaría frente al televisor en la madrugada, sin perderse un juego de pelota del equipo Cuba, y muy cerca de Fidel, recordando aquellos inolvidables encuentros de los barbudos en el béisbol, de hace casi medio siglo.
Camilo trabajaría incansablemente muy cercano a su pueblo. Los que nacimos después del 28 de octubre de 1959, no alcanzamos verle y compartir aquel histórico discurso en que evocara a Bonifacio Birne y dibujara la Bandera de la Estrella solitaria, con su propia voz.
Hoy Camilo Cienfuegos, despertó en las miles de sonrisas de aquellos adolescentes futuros oficiales de las Fuerzas Armadas Revolucionarias que llevan sobre sus hombros la imagen dorada del Héroe de Yaguajay; son los que con cariño llamamos nuestros camilitos. Los más pequeños, le dedicaron su asamblea 5to congreso pioneril. Hoy los mares y ríos han devenido jardines que ofrece un pueblo entero, al eterno comandante, señor de la Vanguardia.